Armado de Rosa, se eleva Sonia: punto peruano. Ataque brasileño, salta Ayaucan, y bloquea. El partido se igualaba 8 a 8, gracias a dos puntos consecutivos de Sonia Ayaucán que, con su metro setenta y seis, y una potencia innata en el remate, ponía de pie a Perú sobre su archirrival en aquella final de 1993, jugado en el atestado Coliseo Cerrado de Cusco. Costa, sierra y selva, gritaban, ¡Perú, Perú, Perú! En un match donde finalmente la selección nacional que dirigía el mítico Man Bok Park, sellaría esa cuarta manga por 15 a 10, demostrando la capacidad de reacción del sexteto blanquirrojo, después de estar abajo en el marcador. El triunfo le valdría al equipo nacional su conquista número 12 en Campeonatos Sudamericanos, que a la postre seria el último alcanzado en su palmarés. Precisamente, en ese partido decisivo, ‘la pantera’ chinchana sería figura de un título inolvidable.
Sonia Beatriz Ayaucán Ciudad, nació un 1 de abril de 1969 en Chincha. Inició su carrera en el Club Deportivo Bamcoper y paseó su talento en equipos italianos. Con tan solo 17 años fue convocada a la selección mayor por míster Park para participar en la Copa del Mundo de Checoslovaquia 1986, edición donde Perú lograría colgarse la medalla de bronce tras vencer a Alemania. Además, conquistó cuatro títulos sudamericanos: dos juveniles (1986 y 1988), y dos mayores (1989 y 1993). Se adjudicó la medalla de oro en la Copa Japón de 1987, plata en la Copa FIVB y en el Goodwill Games de 1986. Esta leyenda de nuestro vóley se retiró muy joven, pero dejando una huella indeleble dentro de los anales históricos de esta disciplina, pero, sobre todo, dando muestras de superación ante la adversidad y de orgullo frente a los triunfos. Hoy, recordamos a esta brillante deportista que está incluida dentro del grupo selecto de una generación dorada de matadoras.
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